Ok, tal vez las adaptaciones realistas de Batman no están tan mal después de todo. Es bastante irónico que eso venga de mí considerando que la ultima vez que escribí algo de Batman fue algo muy colorido y ridículo y lo alabé específicamente por eso, pero la vida y sus constantes contradicciones me trajeron este pedazo de peliculón y no me queda más que reevaluar, y es que creo que mi problema con las adaptaciones realistas de Batman no era el realismo en sí sino la forma en que usaban el realismo como excusa para movimientos muy flojos y edgys de escritura e historias aburridísimas visual y argumentalmente, pero esta película me mostró que no había razón para que fuera así en lo más mínimo, y que incluso podía ser una fortaleza. Es una película ridículamente divertida, sus 3 horas de duración no solo son suficientes, sino que se sienten escasas, y es que con personajes tan interesantes, complejos (y muy sexys) y una historia tan enmarañada y bien planeada, cada segundo es un deleite, la película confía en su audiencia y no necesita simplificar su trama ni sus personajes. De la misma forma, no glorifica la figura de Batman de la forma tan ridícula que se ha estado dando últimamente, lo muestra con un montón de traumas, defectos y especialmente muy poca perspectiva. Y es aquí donde entra el papel del realismo en la película para mí, por la forma magistral en la que desmonta, de cierta manera, la fantasía del hombre blanco millonario con código moral perfecto e incorruptible que se siente como un pilar del personaje; a través de la historia, Batman se percata de que las mismas estructuras de poder y riqueza que lo pusieron en su bonito traje antibalas es la que mantiene a la ciudad en miseria, y cómo eso mismo desemboca en los mismos males y amenazas que con tanta determinación y violencia se determina a atacar, se da cuenta de lo privilegiada que ha sido su experiencia incluso en su dificultad y la poca perspectiva con la que cuenta, y ante esta realización se percata de el rol que le corresponde tomar con ese poder: dar esperanza y consuelo a las personas desesperadas que la misma ciudad ha abandonado, y eso es tan precioso. En ese sentido la historia se termina sintiendo como una historia de origen en la que Batman y la audiencia aprenden el verdadero significado que su símbolo puede llegar a cargar, y en ese sentido es aún más increíble todo lo que la película logra. Es una historia increíble para introducirse a Batman: no pide nada de conocimiento previo, es muy interesante y entretenida por sí misma y contiene muchas de las mejores características que puede tener Batman: es intimidante, determinado, muy pinches inteligente, pero creo que lo que hace mejor esta película es mostrar lo vulnerable y compasivo que el murciélago puede llegar a ser. Batman, como símbolo, dentro de su universo, muchas veces está hecho para parecer un ente todo poderoso, que está en todos lados, esperando a atacar brutalmente y sin piedad a cualquiera que haga mal, la película es consciente de ello y juega mucho con el concepto, pero esa nunca debería ser la perspectiva desde la que se cuenta una historia, y la película lo entiende perfectamente, porque al final de cuentas lo que verdaderamente está en la raíz de Batman es una persona profundamente herida que se propuso sanar utilizando todos sus recursos para que nadie pase por la misma desgracia que él, y la película llega a esa conclusión y revelación de una forma tan magnífica y preciosa. Mientras más pienso en esta película más cosas encuentro para alabarle, pero para mantener un mínimo de brevedad concluiré en que es una película hecho con muchísimo amor y dedicación a contar un abuena historia, y se nota muchísimo. Es una magnífica adaptación de Batman y una gran película por sí misma, es intrigante, divertida, tiene un ritmo perfecto y vale la pena en el más mínimo de los casos tan solo para ver la tensión y química que hay entre Robert Pattinson y Zoë Kravitz, todo el mundo merece verla por lo menos una vez.
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