To Pimp A Butterfly - Kendrick Lamar (2015)
Es tan bueno como todo el mundo me lo vendió, y mucho, mucho más. Probablemente sea el álbum más denso y profundo que he escuchado en todos los sentidos, desde las letras que, al igual que con The Batman, me capturaron completamente a pesar de lo mucho que me intimidaban hasta toda la experimentación en el sonido y que me recuerda muchísimo a Blackstar e incluso se termina sintiendo un poco más oscuro y trastornado, lo cual es decir muchísimo, se nota mucho la influencia que este álbum tuvo en la despedida de David, luego por otro lado tienes el poema que se va relevando poco a poco y conecta con la gama de canciones tan variadas, extrañas e increíbles y le da un espíritu aún más único y profundo a todo el álbum, puedo entender completamente cómo se considera uno de los mejores álbumes de la historia. Al principio esa misma reputación era lo que me intimidaba de escucharlo; tenía miedo de no entenderlo y disfrutarlo apropiadamente, no me sentía preparado y me abrumaba, pero una vez empezado el álbum me atrapó, tan fácil y completamente que incluso en momentos en los que no entendía el mensaje o la jerga eso no me detenía de estar introducido en la historia tan compleja e interesante que el álbum compone de duda, autodesprecio, descubrimiento e iluminación tanto que incluso la canción final de 12 minutos compuestos casi en su integridad con una entrevista al fantasma de 2Pac me tenían completamente hipnotizado, al igual que el resto del álbum que en general me dio esa experiencia tan única de fascinación, curiosidad y satisfacción al encontrarme con una experiencia artística tan magnífica. Volviendo a la comparación con The Batman, al salir de ver esa película me sentí como cuando salía emocionado del cine de niño para pensar en la película por los siguientes días, con este álbum me sentí como al escuchar mis primeros álbumes de los Beatles hace un par de años, con la emoción de escuchar algo que nunca antes había escuchado y que probablemente nunca podría encontrar algo similar, pero aún más potenciado por todo lo que he escuchado desde entonces. Y al terminar, solo me quedé en silencio un par de segundos en la oscuridad del cuarto de mi novia que había servido como mi sitio de escucha, porque es uno de esos álbumes que te exige el silencio para tan solo intentar procesar lo que acabas de experimentar. Es un álbum que me recuerda lo más increíble de experimentar cualquier expresión artística: la capacidad de recibir al menos un poco de una experiencia humana que tal vez nunca experimentes, pero con ayuda de habilidad y talento de alguien más puedes imaginar e intentar entender, haciéndote mucho más humano en el proceso. Aún me falta entender muchísimo de todo lo que este álbum puede encerrar, pero eso no me detiene de perderme en su increíble, compleja, oscura pero profundamente fascinante experiencia.
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