Transgender Dysphoria Blues - Against Me! (2014)
Creo que este es uno de los álbumes más oscuros que he escuchado, de una forma abrasadora y muy específica. No es parecido a lo depresivo de AJJ, ni lo ansioso de Bowie, es más enojado, pero no al punto de ser una ira política e incendiaria como RATM, más bien tiene un poco de cada una y al mismo tiempo es su propio tipo de oscuridad, el enojo va un poco más hacia adentro y afuera al mismo tiempo pero con una especie de resignación que también se ventila a través de las letras y la voz que a momentos puede llegar a comunicar cosas violentas y desgarradoras con una insensibilidad que se ve producida simplemente por la sobrecarga de la misma violencia. Y esta ultima característica es una muy buena forma de describir el álbum en general, es bastante violento, desde la música, las letras y en general el sentimiento que genera, y "violencia" es una palabra bastante importante a la hora de conectar con los temas de descubrimiento LGBT+, específicamente descubrimiento trans, que le dan el título y temática central, y es bastante poderoso porque "violencia" no es una palabra que se asocie mucho con la comunidad, o al menos no con el sector blanco, adinerado y cis-normado que fue tan fácilmente comodificado., que pasa toda su lucha celebrando pequeñas victorias y conformándose, exhaltando euforia y ruido, que en su momento fueron revolucionarios, pero en estos momentos solo sirven específicamente para distraer de esa misma violencia, lo cual me lleva a mi otra observación en la oscuridad de este álbum: lo absoluta que es. en muchos álbumes, por muy oscuros que sean siempre hay un mínimo rayo de luz u optimismo para hacer contraste, pero aquí no, de hecho, es todo lo contrario. Hay más de una canción acerca de cómo Laura siente que aunque su esposa la ame y acepte siempre habrá algo roto y mal en ella, incluso la canción que hace para su hija, que normalmente es el momento más bello y tierno de álbumes así, es una reflexión oscura acerca de lo efímera que es la belleza y la inocencia, y la cerdad creo que esa oscuridad y su resistencia a soltarla es una de las mejores cosas del álbum, no tiene miedo a mostrar la oscuridad entera y absoluta que acompaña la experiencia LGBT+ muchas veces, especialmente la de personas menos privilegiadas en la comunidad, algo de lo que se habla cada vez menos, pero se necesita hablar ahora más que nunca, e incluso fuera del panorama más general, puedo llegar a empatizar con esa casi incapacidad de encontrar y apreciar momentos bellos, como si hubiera algo mal profundamente dentro de ti, es hasta revolucionario, en el contexto en el que se encuentra. Es un gran álbum LGBT+, es exactamente el tipo de álbum LGBT+ que necesitamos en estos momentos, y conecto mucho con él, aterradoramente mucho, y siempre es algo bueno cuando el arte puede generar reacciones así.
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