Turning Red - Domee Shi, Julia Cho, Sarah Streicher. (2022)
Fue una película muy dulce y muy bella, creo que es de lo mejor que puede salir de Disney o Pixar ahora mismo. Me gusta el enfoque que ha tomado Pixar ultimamente, es un cambio natural y benéfico; el tipo de películas que hacían en sus inicios ya no serían viables hoy en día por muchas razones y decidieron rescatar la verdadera alma que siempre ha habido en el estudio: historias emocionales y fantásticas hechas sobre personajes humanos y complejos, todo lo demás es intercambiable, y esta películas es excelsa en ello. Desde los primeros minutos de la películas te das cuenta de la relación tan bella y compleja que va a ser el corazón de la historia, y te la muestran exactamente como eso; Mei quiere muchísimo a su madre y está inmensamente agradecida con lo que ha hecho por ella, pasan juntas momentos muy cercanos e íntimos, específicamente honrando a sus ancestros, pero también te muestran como Mei busca su aprobación y la pone como prioridad de formas que podrían ser un tanto peligrosas, lo cual genera una tensión que va creciendo naturalmente porque Mei se hace mayor y necesita crear su propio mundo consigo misma como prioridad, la pubertad le trae todos estos cambios e inquietudes, y el panda es una metáfora perfecta para ello (no es casualidad las veces que mencionan la menstruación y los olores extraños), y es exactamente una metáfora que esperarías de Pixar; es un recurso narrativo increíble no solo por lo bien que representa a la pubertad sino también por como conecta con el trauma generacional que es el verdadero causante del conflicto. Que es otra cosa de la película, y algo que también amé cuando vi encanto: nunca termina de villanizar a sus personajes, incluso cuando son los antagonistas de la historia, y eso es fantástico. Incluso cuando ves que Ming detiene a su hija de encontrar y desarrollar su identidad, incluso cuando irrumpe en un estadio y causa caos y destrucción, sabes que también es una madre dedicada, que se esfuerza por ayudar y darle lo mejor a su hija, aunque falle y tropiece. Disney y Pixar han hecho villanos simpáticos antes, pero aquí, al igual que en Encanto, simplemente no hay villanos, solo hay personas, con distintas motivaciones y que toman acciones que pueden hacer un gran daño, pero personas al fin y al cabo, que se arrepienten, aprenden y cambian, eso es algo muy difícil de lograr como escritor, y es fantástico ver cómo lo logran una y otra vez. Pero Ming no es el único personaje tan bien trabajado, Mei también es fantástica, es una niña pasando por la pubertad y la historia le permite actuar exactamente como eso, es ruidosa, a veces puede ser ridícula, es emocional y testaruda, pero nada de eso la detiene de ser un personaje bastante complejo y muy simpático, incluso yo pude conectar con las dificultades y su dolor por tener que conciliar su identidad y bienestar personal con las expectativas y aprobación que tanto necesitaba, creo que si no la hubiera visto con más personas probablemente hubiera echado una lagrima o dos, además de que simplemente es demasiado bello ver que niñas pequeñas que pasen por la pubertad y la adolescencia van a tener personajes que se vean, actúen y pasen por las cosas que ellas pasan, y creo que eso es lo más especial e importante de esta película. Es una película hecha por y para mujeres, la historia lo refleja y, lo que es más importante, la gente detrás de la película: la película fue dirigida y escrita completamente por mujeres, la mayoría de ellas mujeres asiáticas, es algo rarísimo de ver en una película de un estudio tan importante, y solo eso ya la hace una película trascendente, pero cuando la combinas con una historia y animación tan bien hechas, solo puedo llegar a la conclusión de que necesitamos muchas, pero muchas más películas así.
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